DATOS
Título: El trono para una monja
Autor: Ralph Barby
Editorial: Séptimo sello
Colección:
Páginas: 225
Edición: 2016 (Primera)
ISBN: 9788494220449
Precio: 19,95€
Sinopsis:
Segunda parte y última entrega que cierra de la saga vampírica de La Baronesa.
Segunda parte y última entrega que cierra de la saga vampírica de La Baronesa.
OPINIÓN
Valoración (sobre 5): 💀 💀 💀 💀
Lectura: Del 20/01/2017 al 12/02/2017
Opinión:
La saga de La Baronesa, según dijo el mismo autor, era su mejor obra. Y yo, que de él había leído casi unos 30 bolsilibros y la novela un poco más extensa del Viaje al Horror, debo decir que para mí también lo es. Creo que al poder escribir una novela extensa, sin las restricciones de los bolsilibros, ha podido explayarse más y mejor.
El Trono para una Monja es la segunda y última parte de esta saga vampírica. En total los dos libros suman casi unas 500 páginas.
Sigue el estilo de su antecesora. Resumiendo y para no repetirme con ya lo dicho con La Baronesa, hay más partes descriptivas de lo habitual, la trama es más compleja, documentada y con más referencias, aunque a la vez sin olvidarse de ese ritmo trepidante y ese aire pulp de los bolsilibros. Os animo a leer pues lo que escribí para La Baronesa.
Pero también hay elementos nuevos en este último libro respecto al otro.
Primero de todo (a lo mejor serán imaginaciones mías) me ha parecido que el estilo del autor era más convencional, menos barroco y recargado, aunque si perder, eso sí, las señas de identidad del autor. A lo mejor el cambio de editorial entre la primera entrega (Ed. Albertos Santos) y la segunda (Ed. Séptimo Sello) tenga algo que ver. No sé.
Después, la novela tiene un tempo más pausado en contraposición a La Baronesa. Se toma su tiempo para desarrollar la historia. Siguen habiendo multitud de personajes e hilos argumentales pero estos se narran de forma más apaciguada. A pesar de todo, la lectura sigue siendo igual de amena y adictiva que la primera parte.
Esta segunda entrega también es más de terror, más elementos sobrenaturales y hasta es más erótica. La historia así lo requiere y los personajes se ven arrastrados por estas circunstancias.
Creo ver esta novela algunas referencias y reinterpretaciones que rinden tributo al mítico Drácula de Bram Stoker (la casa pairal como castillo del Conde Drácula, el fiel ayudante de la Baronesa y hasta me atrevería a decir que de alguna manera un Jofre Putget como una original mezcla de Doctor Van Helsing y Wilhemina Murray, la archiconocida Mina). Aquí, como en Drácula, hay un personaje central sobre el cual gira la historia, pero Ralph Barby decide con esta saga reinventar el mito y crea la Baronesa, un personaje que aporta nuevos elementos originales y enriquecedores (más allá del obvio de ser una mujer) al vampiro que creó Stoker. Nunca había leído una vampira de este calibre. Ya veréis.
Al fin aparecen los esperados vampiros en todo su esplendor mientras que en la primera parte salieron en cuenta gotas. Pero no esperéis hordas de vampiros. No. El único vampiro que leeréis será el de La Baronesa, pero qué vampira! Bella, inteligente, malvada, fría, terrorífica, todo en un mismo ser que su único objectivo es dominar el mundo a su antojo. Ella sola se sobra y se basta para darnos la dosis de chupasangres que buscábamos.
Me ha gustado también el contrapunto de los espectros del Gran Consejo con sus referencias a los Jinetes del Apocalipsis y los Siete Pecado Capitales. Un contrapunto interesante a la omnipresente vampira suprema de La Baronesa aunque sin quitarle su protagonismo. Estos personajes le dan a la obra un fondo histórico, fantástico y trascendental a la trama que encuentro muy bien traídos y ligados.
El obligado erotismo descafeinado que por decreto ley se incluía a veces en los bolsilibros (creo, vaya, no lo sé seguro) aquí en cambio cuando aparece lo hace sin pudor y de forma más explícita. Sea porqué Ralph Barby ha tenido más libertad creativa o porqué los tiempos son otros y ahora eso se puede publicar, lo que sea, me han sorprendido esas escenas tan subidas de tono. Una inesperada aportación del bueno de Ralph Barby que me ha sorprendido.
Para mi sorpresa el papel de la monja Tecla Forn tiene menos protagonismo a lo largo del libro del que uno esperaría, a tenor de salir en el título de la novela. Pero bueno, se compensa al final, sin dar más detalles.
El final me ha sorprendido. Para mi gusto a lo mejor todo acontece demasiado rápido, muy en la línea de los bolsilibros pulp, pero a pesar de todo me ha gustado la idea del desenlace. Creo que deja abierta la puerta a una posible tercera entrega si el autor así lo quisiera. Por mi parte, ya se puede poner manos a la obra.
Por todo eso y más recomiendo leer este libro, y la saga entera, a todos aquellos amantes de la literatura de terror pulp, de los vampiros y especialmente de Ralph Barby. Tendréis con la saga de la Baronesa un nuevo Ralph Barby. Si ya os gustaba el antes, el ahora aún os gustará más. Queda dicho.
El Trono para una Monja es la segunda y última parte de esta saga vampírica. En total los dos libros suman casi unas 500 páginas.
Sigue el estilo de su antecesora. Resumiendo y para no repetirme con ya lo dicho con La Baronesa, hay más partes descriptivas de lo habitual, la trama es más compleja, documentada y con más referencias, aunque a la vez sin olvidarse de ese ritmo trepidante y ese aire pulp de los bolsilibros. Os animo a leer pues lo que escribí para La Baronesa.
Pero también hay elementos nuevos en este último libro respecto al otro.
Primero de todo (a lo mejor serán imaginaciones mías) me ha parecido que el estilo del autor era más convencional, menos barroco y recargado, aunque si perder, eso sí, las señas de identidad del autor. A lo mejor el cambio de editorial entre la primera entrega (Ed. Albertos Santos) y la segunda (Ed. Séptimo Sello) tenga algo que ver. No sé.
Después, la novela tiene un tempo más pausado en contraposición a La Baronesa. Se toma su tiempo para desarrollar la historia. Siguen habiendo multitud de personajes e hilos argumentales pero estos se narran de forma más apaciguada. A pesar de todo, la lectura sigue siendo igual de amena y adictiva que la primera parte.
Esta segunda entrega también es más de terror, más elementos sobrenaturales y hasta es más erótica. La historia así lo requiere y los personajes se ven arrastrados por estas circunstancias.
Creo ver esta novela algunas referencias y reinterpretaciones que rinden tributo al mítico Drácula de Bram Stoker (la casa pairal como castillo del Conde Drácula, el fiel ayudante de la Baronesa y hasta me atrevería a decir que de alguna manera un Jofre Putget como una original mezcla de Doctor Van Helsing y Wilhemina Murray, la archiconocida Mina). Aquí, como en Drácula, hay un personaje central sobre el cual gira la historia, pero Ralph Barby decide con esta saga reinventar el mito y crea la Baronesa, un personaje que aporta nuevos elementos originales y enriquecedores (más allá del obvio de ser una mujer) al vampiro que creó Stoker. Nunca había leído una vampira de este calibre. Ya veréis.
Al fin aparecen los esperados vampiros en todo su esplendor mientras que en la primera parte salieron en cuenta gotas. Pero no esperéis hordas de vampiros. No. El único vampiro que leeréis será el de La Baronesa, pero qué vampira! Bella, inteligente, malvada, fría, terrorífica, todo en un mismo ser que su único objectivo es dominar el mundo a su antojo. Ella sola se sobra y se basta para darnos la dosis de chupasangres que buscábamos.
Me ha gustado también el contrapunto de los espectros del Gran Consejo con sus referencias a los Jinetes del Apocalipsis y los Siete Pecado Capitales. Un contrapunto interesante a la omnipresente vampira suprema de La Baronesa aunque sin quitarle su protagonismo. Estos personajes le dan a la obra un fondo histórico, fantástico y trascendental a la trama que encuentro muy bien traídos y ligados.
El obligado erotismo descafeinado que por decreto ley se incluía a veces en los bolsilibros (creo, vaya, no lo sé seguro) aquí en cambio cuando aparece lo hace sin pudor y de forma más explícita. Sea porqué Ralph Barby ha tenido más libertad creativa o porqué los tiempos son otros y ahora eso se puede publicar, lo que sea, me han sorprendido esas escenas tan subidas de tono. Una inesperada aportación del bueno de Ralph Barby que me ha sorprendido.
Para mi sorpresa el papel de la monja Tecla Forn tiene menos protagonismo a lo largo del libro del que uno esperaría, a tenor de salir en el título de la novela. Pero bueno, se compensa al final, sin dar más detalles.
El final me ha sorprendido. Para mi gusto a lo mejor todo acontece demasiado rápido, muy en la línea de los bolsilibros pulp, pero a pesar de todo me ha gustado la idea del desenlace. Creo que deja abierta la puerta a una posible tercera entrega si el autor así lo quisiera. Por mi parte, ya se puede poner manos a la obra.
Por todo eso y más recomiendo leer este libro, y la saga entera, a todos aquellos amantes de la literatura de terror pulp, de los vampiros y especialmente de Ralph Barby. Tendréis con la saga de la Baronesa un nuevo Ralph Barby. Si ya os gustaba el antes, el ahora aún os gustará más. Queda dicho.
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